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La noticia de la muerte de una enfermera al día siguiente de haber sido dada de alta de coronavirus conmocionó a la ciudad balnearia y los médicos creen que el desenlace no tuvo relación directa con la enfermedad. María Mariangeli tenía 43 años y trabajaba en el Hospital Bernardo Houssay, que administra PAMI y que desde  principios de mes, el lugar se transformó en uno de los principales focos de contagio de COVID-19 del partido de General Pueyrredón.

La mujer comenzó con síntomas y tras dar positivo en el test, fue internada en el Hospital Privado de Comunidad. Allí permaneció 20 días en los que incluso había llegado a recibir asistencia mecánica respiratoria, y el lunes recibió el alta. Si bien la prueba de PCR había dado negativo y llegó a su casa en buena condición clínica general, en la tarde del martes comenzó a tener dificultades respiratorias. Inmediatamente su esposo pidió una ambulancia privada y era trasladada nuevamente al centro de salud, pero en el trayecto su estado de salud se agravó y por ese motivo fue derivada a una clínica más cercana, el Sanatorio Belgrano, al que llegó con un paro cardiorrespiratorio. Los médicos intentaron reanimarla sin éxito con maniobras durante poco más de una hora y finalmente murió.

Según los medios locales, fuentes del sanatorio Belgrano no descartan que la causa de muerte haya sido un tromboembolismo de pulmón masivo. «Es un cuadro que ocurre en los pacientes críticos, una causa de muerte frecuente en pacientes que han cursado una situación crítica. Es un diagnóstico de fuerte sospecha, pero la causa lejos está del coronavirus», explicaron a la prensa.  

La muerte de Mariángeli causó conmoción en Mar del Plata, dado que además es la primera trabajadora de la salud del municipio que muere tras contagiarse de COVID-19. Como homenaje, el martes a la noche se realizó un «aplausazo» convocado a través de las redes sociales.

Foto: web