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El ACV constituye una de las principales causas de discapacidad y mortalidad en adultos, y su impacto puede reducirse de manera significativa mediante la identificación rápida de los síntomas y el acceso inmediato a la atención médica adecuada.

En el marco del Día Mundial del Accidente Cerebrovascular (ACV), que se celebra cada 29 de octubre, el Ministerio de Salud y Deportes reafirma su compromiso con la prevención, detección temprana y atención oportuna de esta patología mediante su Red provincial de ACV.

El ACV constituye la principal causa de discapacidad en adultos y la segunda de muerte. Por lo que es de vital importancia que la población esté preparada para prevenir (disminuyendo factores de riesgo), reconocer los síntomas de un ACV y actuar inmediatamente para procurarle en forma urgente la asistencia médica necesaria al paciente.

En el marco del  Día Mundial del Accidente Cerebrovascular, el 29 en la Plaza España de 10 a 17, se va a simbolizar un reloj, mostrando la urgencia tiempo dependencia de esta patología y se instalará una cabina para que los asistentes dejen mensajes grabados de concientización que posteriormente se compartirá en redes sociales.

Matías Donati subdirector de Gestión de Redes y Planificación de la Dirección de Emergencias y Catastrofes expreso “En Argentina se registran alrededor de 50 a 60 mil casos de ACV, esto equivale mas o menos a uno cada diez minutos. Es una patología tiempo dependiente, porque se tratra con tratamiento médico, trombolíticos y trombectomia mecánica y estos tienen ventaja terapéutica dentro de las primeras cuatro horas. Por eso es tan importante recibir el tratamiento en las primeras horas de ocurrido el ACV. En Mendoza, tenemos alrededor de 2.000 a 2.200 casos por año.

“Para registrar un ACV hay que notar algunos signos, como: ver el rostro, si se ve la cara torcida, o una sonrisa asimétrica, verificar si se pueden mover los brazos, si se tiene dificultad para hablar y antes estos signos se debe llamar rapidamente al 911. Mientras más rápido se consulte al médico menor es la cantidad de secuelas que puede ocasionar este evento isquémico”, destacó Donati.

Para finalizar el funcionario subrayó: “Antes existía la idea que el ACV solo les ocurría a las pérsonas mayores hoy en día le ocurre a jóvenes también, lo bueno que actualmente se está diagnosticando más. Las personas reconocen los sintomas más rápido y pueden acudir a recibir atención médica oportuna. Para prevenir el ACV es importante  evitar los factores de riesgo cardiovasculares, como por ejemplo no fumar, evitar el sedentarismo, el estres, consumo de sustancias entre otros”.

El Ministerio de Salud recuerda a la población que ante la sospecha de un ACV se debe llamar de inmediato al 911 o acudir al centro de salud más cercano. Reconocer los síntomas, actuar rápidamente y acudir al sistema de salud son las claves para salvar vidas y reducir secuelas.

La Red Provincial de ACV de Mendoza articula el trabajo de hospitales públicos, centros de salud y servicios de emergencia, garantizando una respuesta coordinada y eficiente ante cada caso sospechoso. Los registros internacionales muestran que esta red ha permitido mejorar los tiempos de diagnóstico, aumentar el acceso a tratamientos específicos y reducir las secuelas neurológicas en los pacientes.

¿Qué es un ACV?

Un ACV (accidente cerebrovascular) es una emergencia médica que ocurre cuando se interrumpe el flujo sanguíneo a una parte del cerebro, lo que puede causar daño cerebral permanente, discapacidad o incluso la muerte.

En el caso del ACV isquémico (el más frecuente), la pérdida del flujo sanguíneo determina que las células nerviosas (neuronas) queden sin oxígeno y puedan dañarse hasta debilitarse o morir. A raíz de esta situación dejan de funcionar determinadas partes afectadas del cerebro provocando, por ejemplo, trastornos en el habla, debilidad en algún miembro o pérdida de conocimiento. Una vez que las neuronas han muerto, no se vuelven a formar, por lo que los síntomas son, a menudo, permanentes, en caso de no recibir tratamiento a tiempo.

Sin embargo, la adopción de hábitos saludables puede reducir los principales factores de riesgo de un ACV como son el tabaquismo, la hipertensión arterial, el colesterol elevado, la obesidad, la ingesta elevada de alcohol y el consumo de drogas ilegales. En las mujeres el uso de anticonceptivos durante un período prolongado sin supervisión médica puede aumentar las posibilidades de tener un ACV .

Dos de cada tres ataques se dan en personas mayores de 65años, pero puede darse a cualquier edad, inclusive en niños y hasta en bebés.

Un ACV produce súbitamente algunos síntomas. Ante su detección, la atención médica inmediata aumenta las posibilidades de recuperación y disminuye la probabilidad de secuelas. Cada minuto transcurrido es crucial para prevenir los daños del ataque sobre la actividad motora del cuerpo, el lenguaje, la visión, la actividad psíquica y, en última instancia, la muerte.

¿Cómo reconocer un ACV?

El ACV es una emergencia que requiere atención médica inmediata.

La consulta debe realizarse en el mejor tiempo posible de aparecidos cualquiera de los siguientes síntomas:

Debilidad o imposibilidad para movilizar alguna parte o lado del cuerpo como cara, brazo, mano, pierna.

Trastornos para hablar.

Dificultad para entender.

Confusión.

Mareos, pérdida de equilibrio.

Dificultad en la coordinación.

Problemas para ver con uno o los dos ojos de comienzo brusco.

Dolor de cabeza muy intenso y de comienzo súbito.

¿Cómo actuar ante un ACV?

En caso de detectar algunos de los síntomas mencionados:

Acostar a la persona afectada sobre uno de sus costados para evitar que se caiga o ahogue con vómito o saliva.

Llamar inmediatamente al servicio de emergencias. Recuerde que es una urgencia y que requiere atención médica rápida.

No administrar ningún tipo de medicación al paciente ni siquiera para bajar la presión arterial, que es esperable que en ese momento esté elevada. Cualquier medicamento puede empeorar el cuadro.

Si la persona afectada es diabética se debe controlar su nivel de azúcar. Si es menor a 80 mg/dl administrar alimentos o bebida azucaradas, siempre y cuando esté despierto, sentado y no se ahogue al ingerirla.

Debe llamar a su servicio de emergencia aunque desaparezcan los síntomas.

Factores de riesgo

Las personas más expuestas a padecer un ACV son las que tienen factores de riesgo cardiovascular:

Hipertensión arterial
Tabaquismo
Diabetes mellitus
Hipercolesterolemia
Obesidad
Estrés
Sedentarismo.