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El Día del Visitador Médico en Argentina tiene su origen el 26 de mayo de 1947, cuando Ramón Carrillo, considerado el padre de la salud pública en el país, destacó públicamente la importancia de los agentes de propaganda médica como auxiliares esenciales del ámbito sanitario.

En esa misma fecha, mientras se desempeñaba como secretario de Salud de la Nación, Carrillo formalizó e institucionalizó la figura del visitador médico, también conocido dentro del marco legal como agente sanitario de propaganda médica.

La labor del visitador médico consiste en recorrer consultorios de especialistas, proporcionando información actualizada sobre productos y medicamentos innovadores desarrollados por la industria farmacéutica. Su rol está legalmente reconocido como figura encargada de la promoción e información sobre estos productos, un motivo principal por el que cada 26 de mayo se celebra y se honra su contribución al sector.

Carrillo, un eminente neurólogo y neurocirujano que dedicó su carrera al fortalecimiento de la salud pública en Argentina, sostenía firmemente que la medicina debía enfocarse más en los factores indirectos de las enfermedades —como el contexto y los hábitos de vida— que en los gérmenes específicos causantes. Su visión impulsó significativos avances como la creación de EMESTA, la primera fábrica nacional de medicamentos, destinada al suministro de remedios económicos para toda la población. También promovió el desarrollo de laboratorios locales mediante incentivos económicos, asegurando el acceso generalizado a medicamentos.

Además de visitar consultorios médicos, el visitador médico desempeña funciones clave dentro del mercado farmacéutico. Estas incluyen influir en distribuidores y mayoristas, así como realizar visitas periódicas a farmacias importantes, lo que le permite aprovechar oportunidades para expandir su negocio.

La formación integral del visitador médico abarca conocimientos detallados sobre áreas terapéuticas, productos de la compañía, competencia, estrategias de mercado y planes promocionales. Entre sus habilidades destacan la capacidad para identificar necesidades, presentar características y beneficios de los productos, exponer eficazmente estudios clínicos, gestionar objeciones y competencia, aplicar técnicas de cierre, y hacer un seguimiento adecuado del compromiso con las prescripciones médicas.